Córdoba, Ver. – La calabaza en dulce, o «calabaza en tacha,» es uno de los platillos emblemáticos del Día de Muertos en México.
Con su característico sabor a piloncillo y su dulce aroma a canela, esta receta, que ha sido heredada de generación en generación, evoca el sabor de los rituales tradicionales y el cariño por aquellos que ya no están.
Este platillo, sencillo en ingredientes pero rico en historia y simbolismo, adorna muchas ofrendas y mesas familiares, representando la unión de la comida y el espíritu.
Origen y Significado de la Calabaza en Dulce
La calabaza en tacha tiene sus raíces en la época prehispánica, cuando los pueblos originarios ya utilizaban la calabaza, un fruto nativo de América, como alimento fundamental.
Con la llegada de los españoles y el piloncillo (o panela, como también se le conoce), nació la receta que conocemos hoy. El término «tacha» se refiere al recipiente de barro en el que solía prepararse, evocando un método tradicional y a menudo comunitario, en el que se compartía la preparación y el disfrute de este dulce.
La calabaza endulzada tiene un significado profundo en las ofrendas de Día de Muertos. Simboliza la fertilidad y la abundancia, dos aspectos que reflejan el ciclo de la vida y la muerte. Además, se dice que su sabor, ligeramente terroso y dulce, es perfecto para complacer a las ánimas que regresan al mundo de los vivos.
Ingredientes y Preparación Tradicional
El proceso de preparar calabaza en dulce es un ritual en sí mismo. Los ingredientes principales incluyen:
– Calabaza de Castilla: la variedad ideal por su textura y dulzura naturales.
– Piloncillo: este endulzante natural, hecho de caña de azúcar, le da al platillo su sabor característico.
– Canela: las ramas de canela aportan un aroma cálido que envuelve el hogar.
– Clavo y anís: opcionales, pero añaden un toque especiado que enriquece la mezcla.
– Agua (y en algunas recetas, un poco de jugo de naranja).
El proceso comienza cortando la calabaza en trozos grandes, manteniendo la cáscara para preservar su forma. Los trozos se colocan en una olla o cazuela de barro, junto con el piloncillo, la canela y los demás ingredientes, y se cubren con agua. A fuego lento, el piloncillo se derrite, formando un almíbar que impregna la calabaza y le da su sabor característico. El proceso puede durar horas, pero es esta cocción lenta la que logra la textura suave y caramelizada de la calabaza.
La Calabaza en Tacha en las Ofrendas
En muchos hogares, la calabaza en tacha se coloca en las ofrendas de Día de Muertos, acompañando a otros elementos como el pan de muerto, el cempasúchil y las frutas.
Este dulce representa el cariño con el que las familias preparan los altares, buscando complacer a sus seres queridos fallecidos con sus sabores preferidos. Su preparación simboliza la dedicación, el respeto y el amor que se siente por los que se fueron, y se ofrece para que las ánimas disfruten en su viaje de regreso.
En algunas comunidades, el Día de Muertos es también una ocasión para compartir esta delicia entre vecinos y amigos, fortaleciendo los lazos comunitarios. En otros lugares, la calabaza en tacha se elabora en grandes cantidades y se reparte entre los asistentes al panteón, uniendo el acto de recordar a los difuntos con la convivencia y la alegría de compartir.
Variantes Regionales
Cada región en México tiene su propia forma de preparar la calabaza en dulce. En el sur del país, por ejemplo, se suele añadir coco o guayaba al almíbar, aportando sabores tropicales.
En otros lugares, se le agrega miel de abeja para realzar la dulzura. Algunas familias optan por cocer la calabaza en un horno de leña, lo que intensifica el sabor y aporta un toque ahumado al dulce final.
La Calabaza en Tacha Hoy
Aunque las generaciones más jóvenes prefieren muchas veces los dulces modernos, la calabaza en tacha sigue siendo un símbolo de identidad y tradición. Este postre representa un vínculo con el pasado y un recordatorio de las raíces y costumbres mexicanas. Para quienes buscan reconectar con lo tradicional o compartir las recetas de sus abuelos, preparar calabaza en dulce es una manera de honrar la memoria y transmitir un poco de historia a las nuevas generaciones.
En este Día de Muertos, la calabaza en tacha continúa siendo un tesoro culinario en las ofrendas mexicanas, preservando el legado y la dulzura de quienes ya no están en cuerpo, pero siguen presentes en el corazón.